.
Narración del Profesor Raúl Buholzer transcrita por Aída María Román.
Febrero 2009.
Como ustedes habrán leído en la “biografía de una heroína alemana, ...” que publicamos el día 2 de este mes, algunos de los colonos debieron hacer el viaje en barco de Alemania a Argentina. historiasderaul.blogspot.com/2009/02/biografia-de-una-heroina-alemana-rosina.html De Buenos Aires a su destino en Chile lo hicieron en carretas tiradas por bueyes. Esta insólita situación de cambiar las diligencias tiradas por caballos por carretas con bueyes, se debió a los primeros negocios sucios realizados contra el recién creado gobierno republicano. Las inescrupulosas empresas habían sido valiosamente costeadas con el presupuesto nacional de Chile para hacer llegar a los colonos europeos en buenas condiciones a la región a la que ellos estaban destinados. Según me contaba mi abuela Rosina, esto fue un gran escándalo, que si no es por mi abuelo Albert no habrían sobrevivido.
Lo terrible es que en este recorrido existía, aparte de la enorme distancia, un muro natural casi imposible de cruzar, tan inhóspito quizás como pretender cruzar un enorme desierto. Mejor vamos a entregarles a continuación algunos datos y finalmente fotografías para que ustedes se den cuenta de esta enorme odisea.
La Cordillera de los Andes es un sistema montañoso de América del Sur. Corre paralelamente a la costa del Pacífico a lo largo de 7500 km, va desde el Cabo de Hornos atravesando Chile, Argentina, Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia y parte de Venezuela. Es la cordillera más elevada del Continente Americano. Su punto más alto es el Monte Aconcagua con 6962 metros, situado al norte de Mendoza. Su altura media es de 4000 metros, sobrepasando en muchos lugares los 6000.
En esos tiempos era una enorme proeza pasar la cordillera con caravanas tiradas por bueyes, tal como sucedió en el viaje que hicieron mis abuelos Albert y Rosina. Mi abuela Rosina, de no ser que iba sumamente enamorada, pudo haber quedado choqueada, o gravemente enferma con las experiencias de las horribles semanas vividas en esta travesía. La vida la daban por perdida continuamente muchos de los europeos de la caravana integrada por un par de docenas de carretas. Ellos en Europa no se daban cuenta que había que tener un gran coraje para hacer esta enorme hazaña. Mi abuelo y mi abuela eran, a pesar de todas estas circunstancias, muy optimistas. Alentaban continuamente al resto de la caravana a no flaquear.
Atravesar esta enorme cordillera subiendo y bajando cerros de cerca de 6000 metros de altura por senderos casi intransitables en un espacio de cerca de 100 kilómetros a través de estas serranías, fue una super odisea de los colonos europeos a los que debió dirigir voluntariamente Albert Buholzer Hochstrasse. Aún hoy en día para atravesar la cordillera entre el lado argentino y el lado chileno se hace en subidas y bajadas por caminos muy estrechos, escalonados y peligrosos.
Hoy por hoy, me ha tocado varias veces pasar por este mismo trayecto cordillerano en avión en sólo 10 minutos y cada vez que lo hago me acuerdo de las largas semanas que le tocó pasar por allí abajo a mis abuelos, donde se ven las nieves eternas y sin embargo no perdieron jamás su optimismo. Otros grupos de colonos no tuvieron que correr esta aventura, llegando algunos en barcos directamente al sur de Chile y otros grupos a Valparaíso.
En estas vistas aéreas se ven algunos de los lugares por donde debieron atravesar la Cordillera de los Andes mi abuela Rosina Schraub Feldbausch y mi abuelo Albert Buholzer Hochstrasse.
Narración del Profesor Raúl Buholzer transcrita por Aída María Román.
Febrero 2009.
Como ustedes habrán leído en la “biografía de una heroína alemana, ...” que publicamos el día 2 de este mes, algunos de los colonos debieron hacer el viaje en barco de Alemania a Argentina. historiasderaul.blogspot.com/2009/02/biografia-de-una-heroina-alemana-rosina.html De Buenos Aires a su destino en Chile lo hicieron en carretas tiradas por bueyes. Esta insólita situación de cambiar las diligencias tiradas por caballos por carretas con bueyes, se debió a los primeros negocios sucios realizados contra el recién creado gobierno republicano. Las inescrupulosas empresas habían sido valiosamente costeadas con el presupuesto nacional de Chile para hacer llegar a los colonos europeos en buenas condiciones a la región a la que ellos estaban destinados. Según me contaba mi abuela Rosina, esto fue un gran escándalo, que si no es por mi abuelo Albert no habrían sobrevivido.
Lo terrible es que en este recorrido existía, aparte de la enorme distancia, un muro natural casi imposible de cruzar, tan inhóspito quizás como pretender cruzar un enorme desierto. Mejor vamos a entregarles a continuación algunos datos y finalmente fotografías para que ustedes se den cuenta de esta enorme odisea.
La Cordillera de los Andes es un sistema montañoso de América del Sur. Corre paralelamente a la costa del Pacífico a lo largo de 7500 km, va desde el Cabo de Hornos atravesando Chile, Argentina, Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia y parte de Venezuela. Es la cordillera más elevada del Continente Americano. Su punto más alto es el Monte Aconcagua con 6962 metros, situado al norte de Mendoza. Su altura media es de 4000 metros, sobrepasando en muchos lugares los 6000.
En esos tiempos era una enorme proeza pasar la cordillera con caravanas tiradas por bueyes, tal como sucedió en el viaje que hicieron mis abuelos Albert y Rosina. Mi abuela Rosina, de no ser que iba sumamente enamorada, pudo haber quedado choqueada, o gravemente enferma con las experiencias de las horribles semanas vividas en esta travesía. La vida la daban por perdida continuamente muchos de los europeos de la caravana integrada por un par de docenas de carretas. Ellos en Europa no se daban cuenta que había que tener un gran coraje para hacer esta enorme hazaña. Mi abuelo y mi abuela eran, a pesar de todas estas circunstancias, muy optimistas. Alentaban continuamente al resto de la caravana a no flaquear.
Atravesar esta enorme cordillera subiendo y bajando cerros de cerca de 6000 metros de altura por senderos casi intransitables en un espacio de cerca de 100 kilómetros a través de estas serranías, fue una super odisea de los colonos europeos a los que debió dirigir voluntariamente Albert Buholzer Hochstrasse. Aún hoy en día para atravesar la cordillera entre el lado argentino y el lado chileno se hace en subidas y bajadas por caminos muy estrechos, escalonados y peligrosos.
Hoy por hoy, me ha tocado varias veces pasar por este mismo trayecto cordillerano en avión en sólo 10 minutos y cada vez que lo hago me acuerdo de las largas semanas que le tocó pasar por allí abajo a mis abuelos, donde se ven las nieves eternas y sin embargo no perdieron jamás su optimismo. Otros grupos de colonos no tuvieron que correr esta aventura, llegando algunos en barcos directamente al sur de Chile y otros grupos a Valparaíso.
En estas vistas aéreas se ven algunos de los lugares por donde debieron atravesar la Cordillera de los Andes mi abuela Rosina Schraub Feldbausch y mi abuelo Albert Buholzer Hochstrasse.
Agradecimientos a Yenny Buholzer S. por el envío de estas fotos.