29.01.2008
¿Ardilla? ¡¡¡Sí, ardillas!!!
En Alemania se da el caso de que por orden municipal no se puede edificar con menos de cinco pisos ningún edificio en las zonas habitacionales céntricas. Por otro lado, las personas que son propietarias o arrendatarias desean tener un espacio libre con jardín. Por esta disposición municipal se hacen las altas construcciones, apegadas a la calle, cubriendo toda una manzana. Quedando los patios interiores rodeados de un muro habitacional de casi veinte metros de altura. A este patio que queda encerrado en el interior sólo pueden llegar los arrendatarios y sin permiso alguno, por supuesto, lospajaritos.

Esta pequeña introducción anterior tiene por objeto dejar clara una experiencia que tuvo Aída María cuando me visitó hace algunos días, en mi departamento que está ubicado en un primer piso. Y escribió esta anécdota unos días después. Hace dos semanas atrás quedé perpleja al mirar, en la casa de Raúl, por la ventana de la cocina y ver que en el jardín sobre los arcos florales de baquelita estaba sentada una ardilla de color grisáceo, con un poco de blanco en el pecho y algo color café en sus costados. Parecía una equilibrista de circo. Con sus fuertes patitas y sus uñas curvadas y muy afiladas se tomaba fácilmente de la armazón de baquelita que sostiene las enredaderas del jardín. Permaneció allí unos segundos y yo no salía de mi asombro. Luego saltó a la terraza, se encaramó por las ramas de la flor de la pluma y se me desapareció. Le conté a Raúl lo sucedido, quien no alcanzó a ver a la simpática visitante del jardín, pero si me dijo, no te das cuenta que a este patio sólo pueden entrar los pajaritos y caramba que tienen que volar alto y saber aterrizar en forma casi vertical. La ardilla que tú vistes debió seguramente andar por las canaletas del techo y subir y bajar por los tubos de desagües de ellas. ¿Tú crees que esto es posible?

Desde esa altura en que se encontraba, nos vio la ardilla que estábamos abajo en la terraza con nueces en la mano y acto seguido ocurrió algo espectacular. Comenzó a desandar muy rápidamente el camino por el que ella había trepado hasta llegar al techo. Permaneció bajando por el árbol siempre con la cabeza hacia abajo, mirándonos a la distancia y luego corrió en dirección a nosotros atravesando los patios. Le dejamos de inmediato las nueces peladas y otras en el suelo. Nos entramos igualmente muy rápido a la cocina y nos quedamos observando qué pasaba y contemplando desde detrás de la persiana. Llegó la ardilla, se paró en la orilla de la jardinera mirándonos a nosotros, movió por unos momentos su preciosa y peluda cola igual que lo hace un perrito contento y se fue derechito a las nueces. Removió, sacó, comió un pedacito y bajó con su presa, la vimos enterrarla y además que después vino un pájaro desenterrar y a servirse ese botín. Volvió así sucesivamente por el resto del botín y cada vez a hacer lo mismo y enterrarlo en otro sitio diferente, incluso en las mismas jardineras de la terraza. ¡No podíamos creer lo que habíamos visto, tan sólo a un metro de nosotros! Después optamos por pelarle totalmente las nueces, con lo que descubrimos que la ardilla, ya más en confianza, se come realmente los pedacitos allí mismo en la terraza, frente a nuestra vista y aunque baje vuelve por el resto. Cuando queremos ver teatro vivo, le hacemos sonar entre ellas un par de nueces y luego la ardillita aparece. Deleitándonos con este lindo espectáculo pasamos un par de horas muy entretenidas.

Hemos concluido con Raúl. Para las ardillas todo su mundo es como si fuera horizontal, con la misma velocidad que saltan de una rama a otra, bajan y suben a los árboles como si no existiese la gravedad. Tienen la agilidad de los cosmonautas que han perdido su peso en el cosmos. Ellas saltan en proporción a su cuerpo de una manera sólo superada por las pulgas, sus saltos suelen ser de treinta veces su propia dimensión. Es como si el hombre fuese capaz de saltar cincuenta y cinco metros.

Las ardillas en los zoológicos tienen un promedio de vida de diez años. En su hábitat natural alcanzan a vivir solamente hasta seis años. Su promedio de vida en Europa es de seis meses, ya que mueren muchas en las primeras semanas después del nacimiento por las inclemencias del tiempo.
¿Quién es quién de las dos ardillas? A mí me parece que la hermosa ardilla roja fuese una hembra; Raúl, en cambio, dice que la grisácea es la hembra que atrajo al macho rojo, que estaba en las afueras de la zona, seguramente en el Parque Municipal ubicado a unos trescientos metros. Lo concreto es que hemos descubierto que esta ardilla que se ha mantenido encerrada aquí en este recinto rodeado de edificios de treinta metros ha logrado atraer al macho que en este caso es de color rojo. El método empleado para comunicarse sexualmente es super asombroso. Son en algo parecidas estas atracciones a larga distancia a las que tiene la ballena hembra cuando está en celo, con el macho balleno, estos se comunican entre sí a miles de kilómetros de distancia. Sigue en pie la respuesta a este enigma. ¿Cómo se comunicó la ardilla que estaba dentro del jardín con una ardilla de fuera de este recinto tan super amurallado?

No todo lo que uno cree conocer a fondo es realmente una verdad indiscutible. A nosotros con Aída María la ardillita nos enseñó mucho, no teníamos la más remota idea que existía una clase de animales con esta estructura habitacional casi humana. ¿Tendremos los seres humanos la misma combinación genética arquitectónica que poseen las ardillas?
Nota:
foto1: ardilla comiendo nueces.
foto2: ardilla mirando si hay algo para ella.
foto3: ardilla cogiendo su botín.
foto4: ardilla llevándose una nuez.
foto5: 1981.08.12 ardilla Parque, Bad Füssing.